La Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero de México (Canacero) repudió los nuevos aranceles de Washington y exigió a la presidenta Claudia Sheinbaum tomar medidas de represalia.
«La industria mexicana del acero rechaza la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos y solicita represalias en productos siderúrgicos, en caso de no lograrse una exclusión para México», señaló el gremio en un comunicado.
El 10 de febrero, el presidente de EEUU, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que impone aranceles del 25% a las importaciones de acero y de aluminio de cualquier país de origen.
La Conacero subrayó que la medida de Trump «afectará gravemente a la industria siderúrgica y a toda la cadena metalmecánica de América del Norte, poniendo en riesgo la competitividad y la integración regional».
El balance comercial del acero entre ambos países, consignó, refleja un superávit de 2,3 millones de toneladas a favor de EEUU al cierre de 2024, por lo que no existe justificación alguna para la imposición de aranceles al acero mexicano.
«El alto nivel de integración productiva entre ambos países y el beneficio regional deben ser prioridad ante la amenaza del exceso de capacidad de China y el sureste asiático», puntualizó, llamando a que prevalezca «la razón económica».
Según Conacero, los aranceles de Trump amenazan al 75% de las exportaciones de acero mexicano, valoradas en 2.100 millones de dólares, poniendo en riesgo empleos e inversiones clave en el país latinoamericano.