Emilia Perez

‘Emilia Pérez’, la película francesa que indignó a México

La película de director francés Jacques Audiard aborda problemáticas como el narcotráfico y las desapariciones en México, un país que sufre a diario las consecuencias de ambas cosas, sin embargo, es justamente desde esta nación de donde ha surgido la repulsión al ya multipremiado filme.
La trama de la película gira sobre la historia de Juan del Monte, alias Manitas, un narcotraficante mexicano que cambia de género para dejar atrás su vida criminal y es así como nace Emilia Pérez, quien destinará su fortuna a localizar a los miles de desaparecidos en territorio mexicano y quien, al final, termina siendo víctima de la violencia criminal.
El narcotráfico, las desapariciones y el trabajo de las madres buscadoras mexicanas es retratado por medio de canciones y coreografías, ya que Emilia Pérez es también un musical.
El filme ha despertado toda una ola de críticas que van desde el trabajo de los actores, quienes al no ser hispanoparlantes cometen fallas en las interpretaciones, la falta de mexicanos dentro del elenco a pesar de ser una película que aborda problemáticas mexicanas, pero sobre todo la trivialización de tres temas que aquejan a diario a México: la inseguridad, la violencia de género y las desapariciones.
De acuerdo con datos del Informe de Seguridad del Gobierno, tan solo entre enero y diciembre del 2024, en el país fueron asesinadas 26.715 personas; es decir, diariamente en el país se registran en promedio 73 víctimas de homicidio.
Además, con base en datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en el último año, un total de 733 mujeres fueron víctimas de feminicidio, mientras que en el país suman 120.787 personas desaparecidas y no localizadas.

«Está vacía»

En entrevista con Sputnik, la periodista especializada en temas de género y derechos humanos, Gloria Piña, señaló que Emilia Pérez es una película cuya historia «podría haber sido interesante»; sin embargo, no hay ninguna reflexión sobre las problemáticas que plantea.
«La reflexión está vacía (…) En el tema de desapariciones es lo más lamentable, no hay ningún entendimiento sobre la causa, la lucha diaria de las mujeres y madres buscadoras, hay una exotización y también lo hacen de una manera muy burda, muy insensible, muy insignificante», aseveró.
De acuerdo con la también documentalista, el filme retrata un problema que ha calado hondo dentro de la sociedad mexicana como algo sencillo y cuya resolución depende de la buena voluntad de los mismos generadores de violencia.
«Como si en México no se resolviera el problema porque no se quiere hacer y porque no ha llegado un narcotraficante benévolo a decir: ‘Aquí enterré estos cuerpos o aquí hay ciertas fosas’. Se limita a una superficialidad que cae en lo burdo, en lo molesto y en lo grotesco para las personas en México», aseveró.
Gloria Piña abundó que la película francesa es una mirada eurocentrista y con ella coincide Julio César Durán, especialista, investigador y distribuidor cinematográfico mexicano, quien apuntó que el filme está hecho «a la medida de los premios gringos».

Una película hecha «al estilo» occidental

También en entrevista con Sputnik, Julio César Durán consideró que «cualquier autor y cualquier creador podría hablar de cualquier tema»; sin embargo, dijo, el punto es tener clara la visión y los intereses detrás de cualquier producto cultural.
«Yo veo una película que, en primer lugar, es un espectáculo, o sea es una película pop (…) este es un arriesgue interesante, sin embargo, está cargado el desinterés; es decir, suena más a que se está usando y se está aprovechando de un tema para tener esta proyección internacional (…) y eso es lo que nos pesa», ponderó.
Durán abundó que Emilia Pérez en un producto hecho para satisfacer el sistema de valores de Occidente y de la idea preconcebida que se tiene de México y sus complejidades.
«Es una película hecha bajo sus propios términos y como les gusta. Está hecha desde el estilo y desde las estructuras a la que Occidente está acostumbrado. Si Japón hiciera una película sobre el narco en México, o si la hicieran en China o en Sudáfrica o el mundo árabe, dudo mucho que tuviera este alcance, ¿por qué? Pues porque, claro, no estaría hecha bajo los términos europeos, no estaría hecha al gusto y no podría satisfacer la idea preconcebida que ya tienen de México», aseveró.

«Es una falta de respeto»

Durante una visita a México, el director de Emilia Pérez, Jacques Audiard, admitió no haber estudiado «tanto» al país y sus problemáticas para realizar el filme. «Lo que tenía que entender, ya lo sabía un poco», agregó el cineasta durante una entrevista.
Al respecto, tanto la periodista Gloria Piña como Julio César Durán coinciden en que esto es un reflejo de la visión eurocentrista y alejada de la realidad mexicana que se premia en la película.
«Sabemos que el director jamás investigó el contexto mexicano y eso se nota (…) Están narrando desde los que creen que pasa, desde lo que el estigma y estereotipo de México les intuye que ocurre en el país y esa es una falta de respeto a cualquier cultura, a la de México o la de cualquier otro país y ha pasado no solamente con esta película sino con múltiples», dijo la periodista y documentalista. «Es un extractivismo que no te compete, que no entiendes y que no quieres ni siquiera mostrar una realidad y eso es terrible, es una de las cosas más ofensivas de la película».
En tanto, el distribuidor cinematográfico consideró que el cine, como toda expresión artística contemporánea, es «inevitablemente político»; sin embargo, explicó, el eje narrativo de Emilia Pérez «es un tema de por sí político», lo que conlleva a una mayor responsabilidad por parte de los creadores, algo que no se cumplió en la cinta.
«No es una película de ciencia ficción donde el subtexto sea político, no; acá es muy obvio cuáles son los alcances del argumento de la película (…) Si vas a tocar un tema, si vas a crear algo sea música, sea literatura, sea una puesta en escena y estás tocando un tema delicado, escabroso, evidentemente lo tocas con respeto, te acercas con respeto, y creo que la primera demostración de respeto es precisamente conocer de lo que hablas», concluyó.
F/Sputnik
F/X / @EmiliaPerezFilm

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