Los presidentes de Estados Unidos y China, Donald Trump y Xi Jinping, sostuvieron este jueves un encuentro bilateral en Busan, Corea del Sur, en el marco de la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
La reunión, la primera entre ambos líderes desde 2019, se desarrolló en un ambiente de tensión comercial moderada y dejó acuerdos concretos en materia arancelaria, tecnológica y de recursos estratégicos.
Durante la cita, que se extendió por más de hora y media, Trump anunció una reducción del 20 % al 10 % en los aranceles aplicados a las importaciones chinas vinculadas a la entrada de fentanilo a su país.
Asimismo, descartó nuevas alzas impositivas que habrían duplicado los gravámenes a Pekín, tras recibir compromisos de cooperación por parte del Gobierno chino para frenar el tráfico de precursores químicos y retomar la compra de soja estadounidense.
Por su parte, el Ministerio de Comercio de China confirmó la suspensión temporal de los aranceles recíprocos del 24 % y la revisión de sus medidas de respuesta.
Otro de los puntos centrales fue la firma de un acuerdo comercial de un año sobre tierras raras y minerales críticos, sectores vitales para la industria tecnológica global. “El tema de las tierras raras está resuelto, y eso beneficia al mundo”, señaló Trump al cierre de la reunión.
A nivel geopolítico, ambos mandatarios discutieron la situación en Ucrania, con Xi expresando su disposición a contribuir en una eventual salida negociada del conflicto.
En el plano tecnológico, Trump informó que China abrirá conversaciones con la empresa estadounidense Nvidia para adquirir parte de sus chips avanzados, aunque aclaró que los modelos de última generación Blackwell AI quedan fuera del posible acuerdo.
Finalmente, ambos líderes confirmaron visitas de Estado recíprocas para 2026: Trump viajará a China en abril, mientras que Xi devolverá la visita a Estados Unidos meses después.
El encuentro fue calificado por Trump como “extraordinariamente positivo”, al afirmar que la relación bilateral “ha entrado en una nueva etapa de cooperación”. Xi, por su parte, instó a “mantener el rumbo correcto” y evitar “el círculo vicioso de las represalias”, subrayando la importancia de que las dos principales economías del mundo consoliden un vínculo estable y beneficioso para ambas naciones.
