El presidente panameño, José Raúl Mulino, aseveró este domingo que “la Patria y el canal de Panamá no son negociables”, en respuesta a declaraciones del mandatario electo estadounidense, Donald Trump, quien amenazó con su devolución a los intereses de EEUU.
En un mensaje al país por las redes sociales desde el Palacio de las Garzas (sede del Ejecutivo), Mulino indicó que la ruta interoceánica «es panameña y lo seguirá siendo», en respuesta a la amenaza del magnate republicano que asumirá el cargo el venidero 20 de enero, quien dijo que exigirá su devolución si no reducen las tarifas que cobran para su tránsito.
El mandatario centroamericano recordó que la vía interoceánica fue construida por Estados Unidos, que lo inauguró en 1914 y lo administró hasta su traspaso al Estado panameño el 31 de diciembre de 1999. Lo anterior quedó establecido en los Tratados Torrijos-Carter, firmados el 7 de septiembre de 1977 en Washington, por los entonces jefe de gobierno de Panamá, general Omar Torrijos (1968-1978), y el presidente estadounidense Jimmy Carter (1977-1981).
Asimismo, recordó que el próximo 31 de diciembre se cumplirán 25 años de que el canal es administrado por los panameños.
Pero para Trump, la Marina y las empresas estadounidenses, “han sido tratadas de una forma muy injusta e imprudente” y se les cobran tarifas “exorbitantes”. Además, escribió que la devolución del canal en 1999 no ha sido correspondido con preferencias para EEUU. “Si los principios, tanto morales como legales, de este magnánimo gesto de dar no son correspondidos, entonces procederemos con demandar que el Canal de Panamá nos sea devuelto, por completo y sin ninguna pregunta. A los funcionarios de Panamá, por favor, ¡sean guiados en consecuencia!”, difundió Trump.
Tarifas no son caprichos
En otra parte de la comparecencia, Mulino indicó que esos acuerdos también establecieron la neutralidad permanente del Canal garantizando su funcionamiento abierto y seguro para todas las naciones, un texto al que se adhirieron más de 40 naciones.
Al respecto comentó que las tarifas no son un capricho, pues se establecen de manera pública y en audiencia abierta a partir de las condiciones del mercado, la competencia, los costos operativos y las necesidades de mantenimiento y conservación. Aseveró que el Canal no tiene control directo o indirecto de China, ni de la Comisión Europea, ni de Estados Unidos o de cualquier otra potencia. En ese sentido, acentuó su enérgico rechazo a cualquier manifestación que tergiverse esa realidad y dejó claro que la soberanía del país sobre el Canal es irreversible.
“Panamá respeta a las demás naciones y exige respeto”, indicó Mulino, quien consideró que la prioridad en los nexos que espera mantener con la nueva administración de Estados Unidos giren en torno a la seguridad, migración ilegal, narcotráfico y el enfrentamiento al crimen organizado.