El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N.º 7 de Buenos Aires abrió este jueves el proceso judicial más extenso y complejo de la historia argentina, con 87 personas imputadas, entre ellas la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, acusadas de integrar una red de corrupción vinculada con la adjudicación de contratos estatales entre 2003 y 2015.
La Fiscalía señala que Fernández de Kirchner, junto con 19 exfuncionarios, 65 empresarios y dos choferes, habría conformado una asociación ilícita dedicada a recaudar dinero de empresas de los sectores de construcción, energía y transporte, a cambio de beneficios en licitaciones públicas. El período investigado abarca los gobiernos de Néstor Kirchner y de la propia Fernández de Kirchner.
El juicio, que en su etapa inicial contempla una audiencia semanal hasta diciembre, incorporará una segunda sesión a partir de marzo de 2026. La mayoría de las audiencias se realizará de forma virtual, y se prevé que el proceso se extienda por varios años debido al volumen de pruebas, testigos y acusados involucrados.
Entre los exfuncionarios procesados figuran Julio De Vido, Roberto Baratta, Ricardo Jaime, José López y Juan Pablo Schiavi. También se encuentran en el banquillo reconocidos empresarios como Ángelo Calcaterra, Enrique Pescarmona, Aldo Roggio y Cristóbal López. Intentos de reparación económica y entrega de bienes por parte de varios imputados fueron rechazados por la Fiscalía con el argumento de que “no se vende impunidad”.
El caso, conocido popularmente como el de los “cuadernos de la corrupción”, se originó en 2018 tras las revelaciones del diario La Nación, basadas en las anotaciones del chofer Oscar Centeno, quien habría documentado el traslado de sobornos entre funcionarios y empresarios. Pese a las controversias por la desaparición de los originales de esos cuadernos, la justicia dio inicio al proceso, que busca esclarecer uno de los mayores escándalos políticos y judiciales en la historia reciente de Argentina.
