El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil ha comenzado hoy el análisis de una nueva denuncia relacionada con el intento de golpe de Estado ocurrido tras las elecciones de 2022.
Este proceso se centra en el «núcleo tres», compuesto por miembros de las Fuerzas Armadas y un agente de la Policía Federal.
La Fiscalía General acusa a este grupo de articular acciones estratégicas para persuadir al alto mando del Ejército de apoyar la permanencia del expresidente Jair Bolsonaro en el poder, a pesar de su derrota electoral ante Luiz Inácio Lula da Silva.
Según la acusación, estos individuos «actuaron para viabilizar operativamente el intento de golpe», sirviendo de enlace entre la cúpula del presunto plan (núcleos uno y dos, que incluirían a Bolsonaro) y la base militar.
Es la primera vez desde la dictadura militar (1964-1985) que un número significativo de altos mandos enfrenta acusaciones formales por subvertir el orden democrático. Doce personas están bajo investigación: once militares y un policía federal. Además de la Corte Suprema, podrían enfrentar acciones legales en el Tribunal Militar Supremo.
Los cargos presentados incluyen intento de abolir violentamente el Estado Democrático de Derecho, golpe de Estado, formación de organización criminal armada, daños calificados y deterioro del patrimonio público. Las penas podrían alcanzar hasta 43 años de prisión en caso de condena.
El juicio actual en el STF no determinará la culpabilidad, sino si existen elementos suficientes para iniciar un proceso penal.
Si la primera sala acepta la denuncia, los acusados serán formalmente procesados y se procederá a la fase de instrucción probatoria, que incluirá la recolección de pruebas, testimonios e interrogatorios. Finalmente, el ministro relator, Alexandre de Moraes, presentará su voto para la decisión de la sala.