El gobierno venezolano expresó su enérgico rechazo a las acusaciones de Guyana, calificando el supuesto ataque a tropas como un «falso montaje» destinado a manipular la opinión pública. Según el canciller Yván Gil, esta «operación de falsa bandera» busca desviar la atención de las violaciones al derecho internacional cometidas por Guyana.
En el comunicado oficial, Gil explicó que Venezuela está investigando los hechos, y los primeros indicios sugieren que el ataque fue perpetrado por elementos ligados a la minería ilegal en Guayana Esequiba, amparados por las fuerzas militares y policiales de Guyana.
El presidente Nicolás Maduro acusó al gobierno guyanés de recurrir a la desinformación y propaganda bélica para encubrir sus acciones ilegales en el territorio en disputa. Además, aseguró que esta estrategia cuenta con el respaldo del Comando Sur de los Estados Unidos.
Venezuela exigió el cese de las agresiones y mentiras, instando a Guyana a cumplir con el «Acuerdo de Ginebra de 1966» y buscar una solución negociada al conflicto territorial.