Bajo la frase de “reformar el ecosistema mediático cubano”, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) invirtió más de 1.5 millones de dólares a iniciativas que buscan desestabilizar el orden constitucional en Cuba y el mandatario estadounidense, Donald Trump, fue objeto de fuertes críticas por el manejo irregular de sus fondos y la falta de rendición de cuentas.
Entre los proyectos más controvertidos, se señaló la inversión de más de 120 millones de dólares entre 2007 y 2013 para apoyar fine en la isla caribeña, que fue calificadas como insólitas por el canciller cubano, Bruno Rodríguez, quien precisó que una agencia oficial de desarrollo no debería emplear dinero en apoyar cambios de Gobierno y enriquecer a quienes ven un negocio en el sufrimiento de la población.
A pesar de los recortes mencionados por la Casa Blanca, que redujeron en un 90% los fondos de Usaid, el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, continúa con el uso del dinero de los contribuyentes en los programas subversivos contra el pueblo cubano. También, el presidente Trump lanzó feroces críticas a la isla, de la misma manera que mostró su apoyo a los grupos anticubanos del sur del país norteamericano.
El Gobierno de Cuba ha denunciado repetidamente las acciones de Usaid, en la que ha subrayado que estas iniciativas forman parte de una estrategia más amplia de injerencia y manipulación mediática por parte de Estados Unidos.