La Federación de Rusia respondió a las amenazas de países europeos como Alemania, Francia y Polonia, los cuales pretenden imponer nuevas sanciones contra el gigante eslavo si Moscú rechazara una propuesta de alto el fuego en Ucrania; y a causa de dichas amenazas, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, afirmó que su nación se negará a negociar.
Además, denunció la actitud hostil de Varsovia hacia Moscú tras el anuncio del ministro de Exteriores de ese país, Radoslaw Sikorski, quien afirmó que cerrará el consulado general de Rusia en la ciudad de Cracovia. Más tarde, Polonia declaró como personas no gratas a los diplomáticos del consulado general ruso.
También calificó a esta medida como una nueva instancia en la cadena de recorte de relaciones bilaterales, y el reflejo de un accionar poco amistoso. En tanto, su país está decidido a buscar seriamente formas de lograr una solución a largo plazo en Ucrania, y aclaró que el Kremlin mantiene su disposición de dialogar directamente con Kiev para hallar un acuerdo de cese el fuego real y efectivo.
Tras responder a los intentos de Europa de intimidar a Moscú, destacó que el enfoque del presidente ruso, Vladímir Putin, para concretar una solución efectiva a la crisis ucraniana dispone de la comprensión y el apoyo de los líderes de numerosos países. Comentó que el mandatario estadounidense, Donald Trump, instó a Kiev a participar en la reunión propuesta por Rusia sin imponer condiciones.