En Cumaná, estado Sucre, fueron proclamados un total de 650 jueces y juezas de paz en un acto celebrado en la sede de la Oficina Regional del Consejo Nacional Electoral (CNE), ubicada en la avenida Cancamure de la capital sucrense. La jueza de paz de la comuna socio productiva Guerreros de Ayacucho, Dairy Lizardo, indicó que los jueces elegidos el día domingo 9 de diciembre a través del voto directo y secreto, recibirán las herramientas para la resolución de conflictos y controversias que se generen dentro de los circuitos comunales, mediante extensas jornadas de formación que se desplegarán en los territorios.
En este contexto, calificó de extraordinaria esa iniciativa impulsada por el Gobierno nacional, el cual tiene como premisa la consolidación del fortalecimiento y territorialización del Poder Judicial. Al respecto, Ana Mercedes Ortiz, jueza de paz de la comuna Cumanagoto Potencia, destacó la importancia de la responsabilidad que, a partir de ahora, asumen los jueces para garantizar la paz en cada una de las comunidades. La jueza explicó que la función es garantizar la resolución de conflictos dentro de los territorios. Temas de delitos mínimos que se presenten y tendrán competencias limitadas dentro de los territorios, “ya sean disputas vecinales, violencia de género, infantil y al adulto mayor», señaló Ortiz.
La jornada electoral involucró a dos mil 111 consejos comunales en la entidad. La elección de los jueces de paz comunales es un paso fundamental para seguir construyendo la transformación del Estado desde las bases, como en el caso del municipio Arismendi, en el estado Sucre, donde los electores acudieron a los centros de votación seleccionados por circuitos comunales para elegir a los jueces y juezas de paz.
En esa jurisdicción fueron activados 11 centros electorales en igual número de territorios comunales, donde los jóvenes, adultos, abuelas y abuelos participaron activamente. Al respecto, el alcalde del municipio Arismendi, José Macondo Guerra, catalogó esta jornada electoral como exitosa y destacó el compromiso de la comunidad en la elección de los hombres y mujeres que serán responsables de garantizar la paz y la armonía en las comunidades.