El presidente Nicolás Maduro denunció públicamente que, tras el vuelo de deportados venezolanos desde Estados Unidos hacia una cárcel de máxima seguridad en El Salvador, no se ha divulgado una lista oficial de los ciudadanos encarcelados.
Aseguro que la falta de transparencia constituye una desaparición forzada y un secuestro, por lo que responsabilizó directamente a Donald Trump y Nayib Bukele de la seguridad y el bienestar de estos venezolanos. En su declaración, calificó este acto como un ataque directo a la identidad y soberanía venezolana.
Maduro también señaló que este episodio forma parte de una narrativa construida por la extrema derecha, a la que acusó de crear un relato en torno al Tren de Aragua, una banda criminal que fue enfrentada y derrotada por los cuerpos de seguridad venezolanos. Sin embargo, afirmó que la extrema derecha no se detuvo ahí, sino que facilitó la salida de estos delincuentes del país y los financió en el extranjero.
El mandatario señalo a figuras opositoras como María Corina Machado, Juan Guaidó, Leopoldo López, Carlos Paparoni y Carlos Vecchio de promover y subsidiar a estos grupos delictivos. Según Maduro, estas acciones incluyeron el financiamiento de empresas de coyotes, lo que, en su opinión, evidencia una conspiración para dañar la imagen de Venezuela y su gobierno.
El presidente concluyó su intervención subrayando que este tipo de acciones no solo buscan desestabilizar al país, sino también atacar los valores y la identidad del pueblo venezolano. Este tema, según él, refleja la lucha constante de Venezuela por defender su soberanía frente a las agresiones externas.