Nicaragua ha anunciado su retiro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU después de que los expertos de la organización acusaran al gobierno del presidente Daniel Ortega de supuesta represión.
Un informe del Grupo de Expertos en Derechos Humanos de la ONU acusó en días pasados a Managua de poner en marcha una «maquinaria represiva» e instaurar un régimen autoritario en ese país.
Anuncio de Managua
«Nicaragua transmite su decisión soberana e irrevocable de retirarse del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, de todas las actividades relacionadas con el mismo y de todos los mecanismos satélites», declaró a los medios estatales la esposa de Ortega, Rosario Murillo, recientemente nombrada copresidenta del país centroamericano, en el marco de las reformas constitucionales.
Las reformas, que entraron en vigor el 18 de febrero, fueron duramente criticadas por el Consejo de la ONU, que acusó al gobierno de Managua de convertir deliberadamente a Nicaragua «en un Estado autoritario, donde no existen instituciones independientes; las voces disidentes son silenciadas y la población -tanto dentro como fuera del país- se enfrenta a la persecución, el exilio forzoso y las represalias económicas».
Los precedentes
No es la primera vez que el país centroamericano responde a las críticas de los organismos internacionales proclamando su retirada.
A principios de febrero, Nicaragua se retiró de la Organización Mundial de la Agricultura y la Alimentación (FAO) y ordenó el cierre de las oficinas de la organización en el país.
La decisión se produjo tras la publicación de un informe en el que la FAO incluía a Nicaragua en la lista de naciones con mayor inseguridad alimentaria. A finales de 2021, Managua anunció su salida de la Organización de Estados Americanos (OEA), organismo considerado una herramienta de presión de Estados Unidos para interferir en las políticas nacionales.
La salida de la OEA, acompañada de la requisa de locales en Managua, se completó en noviembre de 2023.