El expresidente de Perú Alberto Fujimori (1990-2000) murió este miércoles a los 86 años de edad, tras un deterioro en su salud durante las últimas jornadas asociado al cáncer que padecía.
«Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma. ¡Gracias por tanto, papá!», reza el mensaje que publicara su hija Keiko en las redes sociales.
El exmandatario, quien estuvo en la cárcel al ser condenado por delitos de lesa humanidad y posteriormente fue excarcelado en diciembre de 2023, falleció rodeado de sus familiares.
Poco antes, fuentes cercanas a la familia manifestaron que su estado de salud se agravó y, por tanto, se esperaba «lo peor». El hombre tenía cáncer en la lengua.
Hasta su deceso, el exmandatario estuvo rodeado de polémicas. Siempre negó los delitos que se le imputaron, aunque, en la mayor parte de los casos, quedaron probados.
El argumento que suelen dar a su favor es que «puso orden» y terminó con la violencia política que arrastraba Perú en la década de los 80 con las guerrillas Sendero Luminoso y Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) como protagonistas. Pero, a cambio, Fujimori encabezó un régimen que se extendió gracias a un autogolpe de Estado y en el que las autoridades impusieron sus propias tácticas de terror.
Nada de ello podía anticiparse en el joven que en los años 50 se graduó de ingeniero agrónomo y que después se convirtió en profesor de la Universidad Nacional Agraria, luego en rector y, ya en 1987, en presidente de la Asamblea Nacional de Rectores. Parecía que la vida académica sería su destino.
Pero faltaban solo tres años para las elecciones que, contra todos los pronósticos, lo convertirían en presidente.
T/RT