El presidente argentino Javier Milei, en lugar de pasar por la Basílica de San Pedro a su llegada a Roma para ofrecer sus respetos ante el cuerpo del Sumo Pontífice, decidió ir directamente a su hotel.
Milei arribó a la capital italiana en horas de la tarde de este viernes, tras hacer una escala en la isla española de Gran Canaria.
De acuerdo con reportes, Milei no se apresuró a ir hasta la Basílica, sino que llegó justo en el momento en que las puertas se cerraban para el público, por lo que no pudo entrar.
En este viaje a Europa, le acompañan su hermana Karina casi la mitad de su gabinete, entre ellos altas figuras como la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el jefe de Gabinete de Ministros, Guillermo Francos; el vocero presidencial Manuel Adorni; el secretario de Culto Nahuel Sotelo entre otras figuras, quienes lo secundarán en el funeral del Santo Padre, que tendrá lugar a las 10H00 (hora local) del sábado en la plaza San Pedro, donde participarán unas 200.000 personas.
Aunque en los últimos días Milei ha afirmado que el papa Francisco es el argentino más importante de la historia, no se debe olvidar que en reiteradas ocasiones atacó fervientemente su figura, calificándolo como el «representante del maligno en la tierra».
Asimismo, los simpatizantes de las políticas ultraderechistas de Milei han atacado al papa por sus ideales, tildándole despectivamente de comunista.
En horas de la mañana de esta jornada, el jefe de Estado brasileño estuvo acompañado por la primera dama, Janja Lula da Silva y la expresidente Dilma Rousseff, junto a otros altos funcionarios del Gobierno del país suramericano.
Lula fue el último dignatario en entrar a la capilla ardiente para despedir a Francisco, de quien resaltó su «sabiduría, coraje y compasión».
“Que tu sabiduría, coraje y compasión sigan iluminando los corazones de todos nosotros”, escribió Lula en su cuenta de X.