El presidente de la República, Nicolás Maduro, juramentó este jueves la Comisión Promotora para la Constituyente Obrera, en un acto realizado en la Sala Plenaria Darío Vivas del complejo Parque Central, Caracas.
El nuevo espacio busca refundar el movimiento obrero nacional bajo los principios del Socialismo Bolivariano del siglo XXI, alineado con el Plan Estratégico de las 7 Grandes Transformaciones (7T) y el Programa de la Patria.
“Ponemos en marcha el proceso aglutinador del movimiento obrero, para que nunca más se repita el burocratismo ni los métodos de las oligarquías de la Cuarta República”, afirmó el jefe de Estado durante su discurso, en el que reivindicó la memoria histórica del movimiento sindical y su papel en la resistencia contra el neoliberalismo.
Maduro destacó su identidad con la clase trabajadora y aseguró: “Yo no soy un magnate, soy el presidente pueblo, el presidente obrero”. Reivindicó además la capacidad de la clase obrera para sostener la economía venezolana frente a las sanciones impuestas por el imperialismo estadounidense. “Nos quitaron el 99% de los ingresos, pero la clase obrera no se rindió. Salió a trabajar, inventar, crear, y hoy está más fuerte que nunca”, enfatizó.
El vicepresidente Sectorial para el Socialismo Social y Territorial, Héctor Rodríguez, señaló que la juramentación de la comisión marcará el inicio de una nueva etapa de organización y formulación de estrategias productivas dentro del marco de las 7 Transformaciones, con el objetivo de garantizar el bienestar del pueblo y fortalecer la independencia económica.
Durante el acto, el presidente informó que Venezuela cuenta con 4.360 Consejos Productivos de Trabajadores (CPT) activos en sectores públicos y privados, como expresión del poder obrero en acción. Asimismo, recordó que la nueva Constituyente Obrera deberá impulsar la participación de los movimientos sociales, comunales, campesinos, feministas y ecológicos en un proceso de redefinición y relanzamiento de las estructuras populares de poder.
Maduro cerró su intervención con un mensaje de unidad y esperanza: “La felicidad del pueblo no puede ser arrodillada ni tutelada. Seguiremos construyendo una patria digna, libre y soberana, con el poder de la clase trabajadora al frente de la Revolución Bolivariana”.
