El Gobierno de Venezuela rechazó este lunes las amenazas de usar «la fuerza» o «la independencia energética» por medio de bloqueos y sanciones para promover un cambio político en esa nación, que profirió en la víspera el secretario de Energía de EEUU, Chris Wright.
El colonialismo petrolero ejercido por EEUU durante el oprobioso puntofijismo –período entre 1958 y 1998– lo enterró el comandante Hugo Chávez», escribió el canciller Yván Gil en su canal de Telegram.
Del mismo modo, el diplomático llamó a recordar que, «hoy, los recursos energéticos y las gigantes reservas de petróleo y gas de Venezuela son del pueblo y están al servicio del desarrollo nacional y de relaciones internacionales de cooperación justas», al tiempo que puntualizó que quien desee los hidrocarburos venezolanos, «debe pagarlos».
¿Qué dijo EEUU?
Por su lado, el alto funcionario estadounidense se refirió a la relación entre Washington y Caracas como «un problema de 25 años». «Venezuela era una sociedad rica y próspera, un gran aliado de EEUU y un productor de energía enorme. Luego adoptaron a Hugo Chávez y ahora a Nicolás Maduro, dos líderes tiránicos horribles», consideró.
En ese contexto, afirmó: El presidente [Donald] Trump quiere usar la fuerza de EEUU o la independencia energética para forzar un cambio en Venezuela». Como parte de esa estrategia, aludió a la petrolera Chevron, afectada por las sanciones estadounidenses y con intereses económicos en el país suramericano.
Así, aseguró que era «una gran compañía estadounidense» que se había quedado «un poco atrapada en el cruce» de las políticas de cambio de régimen que, en su decir, estaría adelantando la Casa Blanca.
«Necesitamos cambiar la situación en Venezuela, no solo para los venezolanos sino para todos los miembros de las bandas y los refugiados que escapan de ese país y millones de ellos terminan en EEUU Creo que la paz a través de la fuerza será la estrategia ganadora aquí», alegó.
El cinismo del funcionario estadounidense queda al descubierto cuando se parece olvidar del plan que ejecuta el gobierno del Presidente Trump en deportar a centenares de miles de venezolanos de regreso a Venezuela, un país que consideran una dictadura, creando un caos jurídico al deportar a venezolanos a una cárcel en un tercer país (El Salvador) y violentando sus derechos humanos. Esto sin tomar en cuenta que muchos venezolanos están regresando con dignidad a Venezuela por medio del Plan Vuelta a la Patria del Gobierno de Nicolás Maduro.