La Academia Sueca otorgó este jueves el Premio Nobel de Literatura a la escritora surcoreana Han Kang «por su intensa prosa poética que confronta traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana». Han es la primera autora surcoreana y la decimoctava mujer en ganar el galardón. ¿Pero qué hay detrás de las obras que reflejaron los altibajos de su vida?
La escritora nació en 1970 en la ciudad surcoreana de Gwandju y a la edad de 9 años se mudó con su familia a Seúl. Mientras se dedicaba a la escritura, también se interesaba por el arte y la música, lo que reflejó en sus obras literarias. Han debutó como escritora en 1993 escribiendo relatos cortos y obras poéticas.
«Algo muy tierno dentro de mí se rompió»
Su infancia la plasmó en algunas de sus obras, sobre todo, en ‘Los actos humanos’, una novela cuyo relato comienza con la masacre de estudiantes durante unas manifestaciones en Gwangju en 1980. La novela se destaca por sus episodios atroces, descritos en plena profundidad por Han, que fue testigo de los hechos. «Tenía nueve años en el momento del levantamiento de Gwandju», dijo Han sobre el acontecimiento que dejó 165 muertos.
Más tarde, la escritora se encontró con algo que luego se convertiría en su trauma personal. A sus 12 años, dio con un álbum conmemorativo de fotografías tomadas por periodistas extranjeros que estaba guardado en el estante superior de la biblioteca familiar. «Recuerdo el momento en que mi mirada se posó sobre el rostro mutilado de una mujer joven, con sus rasgos atravesados por una bayoneta», recordó Han. «Silenciosamente y sin alboroto, algo tierno en lo más profundo de mí se rompió. Algo que, hasta entonces, ni siquiera me había dado cuenta de que estaba allí», continuó.
Solamente tres décadas después reconoció que las fotografías la afectaron tanto que se sumergió en una crisis existencial que repercutiría en toda su vida.
«Si hubiera tenido 20 años cuando las vi, tal vez habría podido centrar mi odio en el régimen militar, pero era muy joven y simplemente sentí que los humanos dan miedo y yo soy una de ellos», confesó Han, quien bromea que lo que le recuerda que es humana son las jaquecas que sufre desde que era adolescente. «Cuando me da una jaqueca, tengo que dejar de trabajar, de leer, de seguir mi rutina, así que siempre me hace sentir humilde, me ayuda a darme cuenta de que soy mortal y vulnerable», expresó, agregando que si estuviera sana al 100 % no habría llegado a ser escritora.
‘La vegetariana’
Han debutó como escritora en 1993 escribiendo relatos cortos y obras poéticas. A los 20 años se dio cuenta de que le costaba mucho aceptar una humanidad más amplia, por lo que recurrió al budismo, apartándose de él más tarde, a los 30. Justamente en aquel entonces empezó a sufrir problemas articulares que le provocaban fuertes dolores en las manos que le impedían escribir. Durante tres años solamente pudo escribir dando golpecitos con un bolígrafo en el teclado.
En 2016, Han ganó el Premio Booker gracias a su novela ‘La vegetariana’, escrita en 2007. La obra se inspiró, parcialmente, en un verso del poeta modernista Yi Sang: «Creo que los humanos deberían ser plantas». Esta frase obsesionó a la escritora durante sus años universitarios.
La obra cuenta la historia de Yeong-hye, una mujer diligente y discreta que de repente empieza a sufrir brutales pesadillas que la despiertan por las noches y que le inculcan la inevitable necesidad de deshacerse de toda la carne del frigorífico e imponer en casa una dieta exclusivamente vegetariana, el primer acto subversivo de su vida.
Los tres años que Han estuvo escribiendo la novela fueron «una época difícil» para ella y, según sus propias palabras, nunca había imaginado que algún día tendría tantos lectores y seguidores. «En aquel momento no estaba segura de si sería capaz de terminar la novela, o incluso sobrevivir como escritora», añadió, explicando que en aquella etapa de su vida empezó a sufrir los problemas articulares.
«Hasta el día de hoy, me siento incómoda cuando escucho hablar del ‘éxito’ de la novela, sobre todo porque la protagonista, Yeong-hye, no parece encajar en la palabra éxito», declaró.