Durante el acto de relanzamiento de la Gran Misión Negro Primero, el presidente Nicolás Maduro alzó su voz para condenar lo que calificó como una “campaña sucia” promovida por sectores de la extrema derecha y el gobierno de Estados Unidos, con el objetivo de desprestigiar a Venezuela en el escenario internacional.
Desde Caracas, el mandatario hizo un llamado a defender la esencia de la venezolanidad, destacando que el país no debe ser reducido a estigmas ni etiquetas negativas. “Venezuela no es el Tren de Aragua. Venezuela es el pueblo de José Gregorio Hernández, de la Madre Carmen Rendiles. Es un pueblo de fe, de valores, de trabajo”, afirmó con firmeza.
Maduro insistió en que los ataques buscan desdibujar la imagen de una nación que, según sus palabras, se caracteriza por su serenidad, patriotismo y dignidad. “A los imperios les incomoda que nuestro pueblo sea como es: firme, decente, espiritual”, expresó.
El presidente también compartió que el domingo 19 de octubre fue un día de profunda conexión espiritual para el país, y aprovechó para reiterar su rechazo a las voces que, desde dentro y fuera del territorio, han solicitado intervenciones extranjeras. “Es inadmisible que haya quienes pidan invasiones. Venezuela no se mete con nadie, y exige respeto”, advirtió.
Maduro reafirmó su compromiso con la defensa de la identidad nacional frente a lo que calificó como intentos de manipulación y supremacismo. “No me cansaré de enfrentar a quienes nos acusan de ser un pueblo sin rumbo. Están equivocados. Somos un pueblo con historia, con alma, con propósito”, concluyó.