Tras semanas de preparativos militares, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) iniciaron este martes una operación terrestre a gran escala en la ciudad de Gaza, apoyada por intensos bombardeos aéreos que destruyeron decenas de edificios señalados como infraestructura de Hamás.
El portavoz militar israelí, Avichai Adrai, llamó a la población civil a evacuar de inmediato al advertir que la urbe es ahora una “zona de combate peligrosa”.
Según reportes de Al Jazeera, al menos 45 personas murieron este martes por los ataques israelíes, mientras que otras tres fallecieron por inanición a consecuencia del bloqueo. En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Palestina denunció el fracaso de los esfuerzos diplomáticos y pidió una intervención internacional urgente para detener la ofensiva.
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, aseguró que la Franja de Gaza “está en llamas” en medio de los combates, que se intensificaron horas después de la visita del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, a Tel Aviv, donde se reunió con el primer ministro Benjamín Netanyahu.
Reacción internacional y protestas internas
La Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU acusó a Israel de cometer actos de genocidio contra la población palestina, al señalar asesinatos masivos, daños físicos y psicológicos, condiciones de vida insostenibles e impedimentos a los nacimientos. Tel Aviv rechazó el informe y lo calificó de “falsedades de Hamás”.
En paralelo, familiares de los rehenes del 7 de octubre de 2023 rompieron las barreras policiales y protestaron frente a la residencia de Netanyahu en Jerusalén, preocupados por el impacto de la ofensiva sobre la vida de sus seres queridos.