Francia enfrenta este miércoles una jornada de disturbios y paralización nacional, en medio de las protestas convocadas bajo el lema “Bloqueemos todo”, organizadas por una coalición informal de izquierda que llama a obstruir el transporte y otros servicios públicos.
El Gobierno desplegó 80.000 agentes de policía ante la expectativa de que hasta 100.000 manifestantes se sumen a las movilizaciones. La presión social se intensificó tras la dimisión del primer ministro François Bayrou, presentada el martes en medio del creciente descontento popular por las propuestas de recortes al gasto público.
En su lugar, el presidente Emmanuel Macron designó al hasta ahora ministro de Defensa, Sébastien Lecornu, como nuevo jefe de Gobierno. Sin embargo, los analistas advierten que el relevo político no frena las tensiones, y el país podría encaminarse hacia un nuevo período de disturbios.