El fenómeno de la migración inducida se ha convertido en un negocio para la ultraderecha; y se impulsa por la difusión de información a través de los medios de comunicación, utilizando las estadísticas como las experiencias humanas, así lo explicó el analista político Diego Sequera, durante un Programa Especial transmitido por Venezolana de Televisión (VTV).
Durante la entrevista, Sequera argumentó que la migración no es solo el resultado de factores económicos o sociales, sino que también está siendo utilizada como una herramienta política para ejercer presión sobre el Gobierno venezolano considerándolo un arma de coerción asimétrica.
Aseguró que la migración es un negocio y en su variante más extrema, “es decir, la trata de migrantes es algo que da tanto dinero, tanto rédito, tantos miles de millones de dólares como lo puede dar otra economía ilícita de la magnitud del tráfico de armas e incluso el narcotráfico y que además tiene otras escalas donde hay un negocio que llegan hasta la cima de quienes reciben los recursos de la USAID que también van a servir para cubrir cada una de las etapas del proceso”.
Igualmente, el analista político señaló que los medios de comunicación, al destacar la difícil situación de los migrantes, estarían contribuyendo a crear una imagen negativa del país y a fomentar la migración. Asimismo, resaltó que el boicot diplomático por parte de algunos gobiernos regionales sería otra muestra de la presión política que enfrenta Venezuela.
“Se están revelando con pruebas concretas o evidentes y objetivas de que este es un sistema económico que se ha creado a partir de la necesidad de movilización de las personas”, agregó Sequera.
Del mismo modo, mencionó que se ha creado un «beneficio renovable emergido y depredador» en torno a la migración, lo que implica que algunos grupos están obteniendo ganancias políticas o económicas de la situación.
Además, indicó que la migración fue «inducida» en parte por las promesas y garantías ofrecidas por líderes de otros países a los venezolanos que buscaban oportunidades en el exterior. Estas promesas alentaron a muchos a emigrar, aunque luego se encontraron con dificultades y desafíos inesperados.
Resaltó que lo irónico de esta situación, radica en que muchos de los presidentes como Pedro Kuczynski y Lenín Moreno, entre otros que alentaron la migración no fueron capaces de proteger o defender a su propia población en momentos de crisis, como durante la pandemia.
En ese sentido, Sequera aseguró que la migración venezolana ha sido un tema politizado y utilizado por diversos actores para sus propios fines, y que las promesas hechas a los migrantes no siempre se han cumplido.
Aseveró que la cifra de migración para 2017 “ya lo habían estudiado, pronosticado en el Instituto Brooklyns, del centro de la cadena, que ayudan a moldear las políticas de los distintos gobiernos de EEUU”.
Destacó que esto tiene como beneficio para esos países por la obra de mano especializada, la estratificación a la globalización con una perspectiva diferente en el plano perceptivo, geopolítico y humano, puntualizó.