Gisele Pélicot relató por primera vez ante un tribunal los horrores que vivió cuando descubrió que su marido, Dominique Pélicot, la drogó durante años para luego ser violada por decenas de individuos.
En una serie de audiencias semanales que se prolongarán por 4 meses, la mujer, de 70 años, dijo este jueves ante el tribunal penal de Vaucluse, en Francia, que fue «sacrificada en el altar del vicio» por su exmarido y los más de 50 hombres que pudieron ser identificados como presuntos agresores.
Afirmó que quería que este juicio fuera público, «no por publicidad, sino para denunciar la sumisión química». «Lo hago en nombre de todas estas mujeres que quizá nunca sean reconocidas como víctimas», prosiguió, añadiendo que, para ella, «el daño ya está hecho».
Con voz firme, durante más de una hora, la mujer contó detalladamente cómo, tras el arresto de su marido en el 2020, su mundo se «derrumbó». Asegura que «vivió un tsunami», cuando la Policía le enseñó las fotos de ella, «inerte, dormida y siendo violada». Se han registrado 92 violaciones cometidas por desconocidos y un centenar por su marido.
Pélicot afirmó que tendrá que seguir en observación médica el resto de su vida. Las primeras pruebas realizadas en el 2020 revelaron que padecía cuatro enfermedades de transmisión sexual. Además, ha estado expuesta al VIH en seis ocasiones.
Tampoco siente piedad por los acusados, que, según ella, la trataron como «una bolsa de basura. Una muñeca de trapo». «¿Por qué no fueron a la comisaría? Incluso una llamada anónima podría haberme salvado la vida. Ni uno, ni uno», subraya, pidiéndoles que reconozcan la responsabilidad de sus actos, a pesar de que 35 de ellos han negado cualquier intento de violación, mientras que otros afirman que su marido les tendió una trampa.
T/RT