Estados Unidos presentó a Ucrania un borrador de acuerdo destinado a poner fin al conflicto con Rusia, cuyo eje central sería que Kiev renuncie a sus reclamos de territorio y limite parte de sus capacidades militares, revelaron fuentes consultadas por Reuters bajo condición de anonimato debido a la sensibilidad de las conversaciones. Según estos informantes, Washington transmitió al presidente Vladímir Zelenski la necesidad de aceptar un marco negociado por la Casa Blanca para avanzar hacia un eventual cese de hostilidades.
El plan, descrito por las fuentes como un documento estratégico de alto nivel, propone además una reducción significativa de las fuerzas armadas ucranianas. Esta iniciativa marcaría un momento crítico en la diplomacia internacional, al buscar que Ucrania se adhiera a los puntos esenciales del esquema estadounidense, considerado por Washington como una vía para destrabar negociaciones y redefinir el panorama de seguridad regional.
En paralelo, Axios informó que la Casa Blanca mantiene conversaciones discretas con Moscú para consolidar este planteamiento. Según el medio, el borrador estadounidense consta de 28 puntos inspirados en el acuerdo de paz entre Israel y Hamás impulsado por el entonces presidente Donald Trump. Las medidas se agruparían en cuatro bloques: paz, garantías de seguridad, arquitectura de seguridad europea y el futuro de las relaciones de EE.UU. con Rusia y Ucrania.
De acuerdo con Axios, el enviado especial Steve Witkoff encabeza la elaboración del documento y ha sostenido amplias discusiones con Kiril Dmítriev, representante de la Presidencia rusa. Fuentes cercanas a estos encuentros señalan que Moscú percibe el diálogo con mayor receptividad que en intentos previos, lo que alimenta expectativas sobre un eventual avance hacia un consenso.
Dmítriev destacó que la propuesta se basa en los principios acordados entre Donald Trump y Vladímir Putin durante su reunión de agosto en Alaska. El objetivo, afirmó, es no solo abordar el conflicto ucraniano, sino también establecer un marco más amplio que permita reconstruir las relaciones entre Washington y Moscú y atender las preocupaciones rusas en materia de seguridad. “La meta es lograr una seguridad duradera para Europa, y no únicamente para Ucrania”, subrayó.
