Durante una firme intervención ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, el embajador y representante permanente de la República Bolivariana de Venezuela, Samuel Moncada, denunció la campaña de desinformación y agresión sistemática por parte del Gobierno de los Estados Unidos (EE. UU.) contra el país y advirtió que estas acciones, combinadas con un creciente despliegue militar en el Caribe, representan una amenaza directa a la paz, la soberanía nacional y la estabilidad de América Latina.
El representante venezolano manifestó que “la escalada militar consiste en la movilización ofensiva de más de 10 mil efectivos militares, de aviones de combates, destructores misilísticos y cruceros lanza misiles, así como de tropas de asaltos, activos utilizados en misiones especiales e incluso de submarinos nucleares”.
Moncada señaló que las acciones y la retórica guerrerista del Gobierno de EE. UU. indican objetivamente que el país se encuentra en una fase activa en la que es racional pensar que en muy corto plazo se va a ejecutar un ataque armado contra Venezuela.
En ese sentido, exhortó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a utilizar los medios necesarios para evitar el escalamiento de la situación y que se cometa un crimen internacional.
Señaló, que la narrativa de EE. UU, tiene pie de barro y no tiene contacto con la realidad.
El embajador recordó que desde enero de este 2025, la administración de Donald Trump ha tratado de convencer al mundo de que “los venezolanos en este mismo instante hoy, están ejecutando una invasión al territorio de este país, que la presencia de venezolanos y venezolanas solo por su nacionalidad es contraria a la de EE. UU. se trata de la criminalización de todo el pueblo venezolano”.
Afirmó que con esta operación de desinformación, EE. UU. ataca a venezolanos dentro y fuera del territorio estadounidense “los considera una amenaza, enemigos extranjeros», y recordó que hace pocas semanas EE. UU. declaró encontrarse en un conflicto armado no internacional, lo incrementa el riesgo de una intervención directa contra Venezuela.