En el marco de la reunión de la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que se desarrolla en Viena, la delegación venezolana expresó su satisfacción respecto al anuncio del director general del Organismo, Rafael Grossi, sobre el acuerdo alcanzado con Irán, con la mediación de Egipto, para la reanudación de las actividades de inspecciones de salvaguardias, las cuales se vieron suspendidas luego de los ataques militares ilegales del régimen de Israel y Estados Unidos (EEUU) contra instalaciones nucleares iraníes a mediados del pasado mes de junio.
La Representante Permanente de Venezuela ante los Organismos Internacionales con sede en Viena, embajadora Claudia Salerno Caldera, reiteró que la resolución presentada en junio de este año por EEUU y los países integrantes del E3 (Reino Unido, Francia y Alemania), fue políticamente motivada para afectar las negociaciones diplomáticas en curso y justificar los bombardeos contra Irán, sin que hasta la fecha se haya presentado una condena formal por parte del OIEA.
En este sentido, la delegación venezolana denunció que, en el informe presentado en la sesión en curso de la Junta de Gobernadores, no se mencionaron las reuniones de dicha instancia celebradas los días 16 y 23 de junio, durante las cuales un importante número de Estados Partes condenaron las ilegales agresiones militares a instalaciones nucleares iraníes, en violación del artículo 2, párrafo 4, de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Asimismo, expresó su rechazo categórico al doble standard manifestado por los países que se dicen preocupados por una “posible”, “eventual”, “aun no existente”, amenaza de Irán, que tiene el derecho soberano a desarrollar tecnología nuclear con fines pacíficos, pero que son los mismos que proveen armas y financiamiento al genocidio palestino; y tampoco dicen algo sobre la presencia de un submarino nuclear artillado en el Caribe, amenazando con atacar a Venezuela.
Finalmente, la delegación nacional recordó que el uso de la fuerza no puede establecerse como mecanismo para el cumplimiento de salvaguardias, además de enfatizar su rechazo a cualquier intento por instrumentalizar la no proliferación como un arma para justificar la agresión y la intervención.