El secretario general del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, denunció un plan clandestino de la extrema derecha de uso de explosivos bajo la fachada de empresas que los requieren legítimamente para sus operaciones con fines terroristas. La información se dio a conocer a través de una misiva enviada por la «patriota del Valle Arriba Country Club» leída durante su programa Con el Mazo Dando.
En la carta señaló que la idea fue vendida a la «Cori», por un exempleado de PDVSA que perteneció a la organización Gente del Petróleo. El plan incluiría la identificación de compañías de diversos sectores, no solo petroleros, con el objetivo de desviar el material explosivo para acciones clandestinas. La estrategia fue concebida para camuflar el tráfico.
Asimismo, mencionó que los responsables del plan realizaron un inventario de empresas y a través de contactos internos, les habrían ofrecido «licencias, contratos y lo que pidieran» bajo un supuesto futuro gobierno.
La patriota mencionó que el trato consiste en almacenar material explosivo, tanto nuevo como viejo, en modo «durmiente», a la espera de una señal para su uso y para ocultar sus intenciones, los implicados están moviendo los explosivos bajo la excusa de que son para fines industriales.
La informante también comunicó que «Cori» siente un profundo odio hacia los miembros de los organismos de seguridad del país, pues su plan habría sido descubierto a pesar de los esfuerzos por encubrirlo.
En este sentido, el prófugo de la justicia venezolana, Iván Simonovis, en un intento por encubrir los planes terroristas de la extrema derecha al afirmar que los explosivos de alta potencia incautados recientemente en Venezuela son de «uso civil».
Para desviar la atención, Simonovis recurre a la vieja historia del «Cártel de los Soles» y, muestra su inclinación por el imperialismo y el sionismo y menciona supuestas informaciones obtenidas por Israel tras sus ataques a Irán.
Esta denuncia se suma a las reiteradas advertencias de las autoridades venezolanas sobre presuntos intentos de desestabilización. Los organismos de seguridad del Estado se mantienen en alerta para prevenir cualquier actividad que pueda poner en riesgo la paz y la estabilidad de la nación.