El Gobierno de coalición del canciller alemán Olaf Scholz colapsó, este miércoles, tras la retirada del Partido Democrático Libre (FDP, por sus siglas en alemán), tras las graves diferencias internas con la administración del alto funcionario. El anuncio se produjo tras meses de tensiones en el llamado ‘gobierno semáforo’, entre otras por el rechazo del titular de Finanzas a la ayuda militar a Ucrania en la guerra con Rusia.
Scholz anunció el miércoles la destitución del ministro de Finanzas, Christian Lindner, el líder del Partido Democrático Libre acusándolo, entre otras cuestiones, de bloquear el apoyo necesario a Ucrania y también las soluciones que Alemania precisa para reactivar la maltrecha economía y cerrar el presupuesto para 2025.
Como consecuencia, el FDP anunció la retirada de todos los miembros del partido; es decir, los ministros de Justicia y de Transporte y de Educación del gobierno de coalición de Scholz compuesto por los socialdemócratas, verdes y liberales.
Scholz criticó a su titular de Finanzas, acusándolo de “andar con rodeos cuando las cosas se ponen difíciles” y de “preocuparse de la supervivencia a corto plazo de su propio partido” en lugar de “comprometerse con el interés de todos los ciudadanos”.
«Me siento obligado a dar este paso para apartar el daño de nuestro país», argumentó Scholz.
Después de las elecciones en EEUU, el incremento de la asistencia a Kiev «enviaría una señal muy importante: la de que puede confiar en nosotros», agregó el canciller.
«Apoyar a Ucrania o invertir en el futuro de Alemania»
Al mismo tiempo, Scholz enfatizó que no está dispuesto a financiar a Ucrania y la defensa nacional «a expensas de la cohesión social, a expensas de las pensiones, la sanidad o la asistencia sanitaria». «Ambas tienen que existir. Seguridad y cohesión», subrayó.
«Apoyar a Ucrania o invertir en el futuro de Alemania: abrir esta disyuntiva [en la sociedad] es incorrecto y peligroso. Esto es harina para el molino de los enemigos de nuestra democracia», explicó Scholz.
Dijo además que solicitaría un voto de confianza en el Bundestag (Parlamento) la primera semana después del receso invernal, es decir, a mediados de enero, lo que aboca al país europeo a elecciones adelantadas.
Por su parte, el destituido ministro acusó a Scholz de buscar con “su declaración cuidadosamente preparada” una “ruptura calculada con esta coalición”, en lugar de “alcanzar un acuerdo que fuera viable para todos”. “Lleva así a Alemania a una fase de incertidumbre”, advirtió Lindner.
Las diferencias entre los dos partidos de izquierda y el liberal FDP se agudizaron en el último año, en medio de la recesión económica que vive Alemania y el creciente agujero fiscal ante la caída de los ingresos.