La Misión Permanente de República Bolivariana de Venezuela ante los Organismos de las Naciones Unidas con Sede en Roma, representada por la embajadora Marilyn Di Luca Santaella, participó en el 52° período de sesiones del Comité de Seguridad Alimentaria (CSA).
En su participación, subrayó la urgencia de intensificar las políticas para avanzar en la lucha contra el hambre a nivel global.
Enfatizó que para ello es necesario un nuevo orden mundial que respete la paz y la autodeterminación de los pueblos.
Venezuela expresó su profunda preocupación por los recientes acontecimientos en el mundo que atentan contra el Derecho a la Paz, el Derecho a la Alimentación y el Derecho al Futuro de los pueblos.
En este sentido, la Embajadora hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para movilizarse y detener el genocidio contra los pueblos palestino y libanés.
Reiteró la necesidad de defender los principios de la Carta de las Naciones Unidas, promoviendo el arreglo pacífico de las controversias y la abstención del uso o amenaza del uso de la fuerza.
La Representación del Estado venezolano también destacó que, a pesar de que el mundo cuenta con suficientes alimentos, las crecientes desigualdades sociales y económicas, el cambio climático y las medidas coercitivas unilaterales impuestas a naciones soberanas siguen agravando la inseguridad alimentaria global.
Además, resaltó los esfuerzos de América Latina y el Caribe para reducir las cifras de subalimentación, mencionando iniciativas como el Plan San CELAC 2030 y la Estrategia para la Soberanía y Seguridad Alimentaria aprobada por los jefes de Estado de los países amazónicos.
Venezuela hizo un llamado a fortalecer los sistemas agroalimentarios, empoderando a las comunidades, priorizando los programas de alimentación escolar y promoviendo la enseñanza de hábitos alimentarios sanos, seguros, sabrosos y soberanos, como ha sido la experiencia del país en los últimos 20 años.
«El hambre es un flagelo que podemos y debemos erradicar. Hoy más que nunca, Venezuela levanta su voz en defensa de la paz y del derecho sagrado de cada ser humano a alimentarse con dignidad. La lucha por un mundo más justo y equitativo no puede esperar», concluyó la embajadora Di Luca.